Javi F. Blázquez
Uno de los motivos por lo que se creó esta plataforma fue el de analizar y mirar con lupa -literalmente- todo el patrimonio de nuestra ciudad. Tal vez el tema no interese a muchos por no ser sevillanos o quizás otros empaticen por algún caso similar o porque le importen todo el patrimonio en general.
Hace pocos meses, paseaba por la llamada Puerta Osario de Sevilla -muy transitada por el transporte urbano, todo hay que decirlo- y me fijé en el hallazgo que hicieron en 2014 de un lienzo de muralla almohade. Seguía aparentemente igual.
A modo de resumen, esa muralla fue descubierta tras la realización de unas obras por parte de una constructora -no daré nombres-. Otra constructora consiguió la licencia de obras. Ésta última tenía por compromiso una reforma general para la realización de una edificación para diversos servicios, siempre respetando la muralla y la excavación que se efectuaría antes de dicha obra.
Al final ha resultado que las obras ejecutadas han excedido a las recogidas en el proyecto inicial, y la constructora ha sido multada, además las obras han sido paralizadas. Pero… y ¿ahora qué? La muralla sigue ahí en pie como puede, sin tratamiento alguno aún, y se desconoce si va haber una futura intervención.
Me resulta gracioso, porque una de las principales urgencias de la gerencia de urbanismo era actuar en el lienzo de muralla lo antes posible para evitar el desplome de ésta y que causase un grave accidente. Hay que tener en cuenta que está en un lugar muy transitado por todo tipo de transportes y por peatones. Parece no importar mucho ese trozo de historia, del cual se han sacado varias conjeturas respecto a Isbilya, la Sevilla musulmana.
A veces, compañeros que viven en la ciudad y yo nos hacemos las siguientes preguntas: ¿qué pasa en Sevilla? ¿Qué hace falta para que se tomen el patrimonio de la ciudad más en serio? ¿Tiene que pertenecer al mundo cofrade para que sea más prioritaria una actuación en beneficio del patrimonio? Tenemos una ciudad muy rica en cultura, y de diversa tipología. Solo parece interesar el triángulo de la UNESCO (Catedral, Archivo de Indias y Alcázar) y todo lo relacionado con la Semana Santa. Que vaya por delante que no tengo nada en contra, de hecho mis amigos me considera lo que aquí llamamos “capillita”.
Personas del ámbito cultural no pueden permitir que Sevilla siga tan hermética, hay que abrir nuevos caminos culturales y potenciar otros aspectos de la ciudad. Da bastante pena -a mí al menos- que tengamos un Museo de Bellas Artes importante y que apenas se oiga hablar de él, ni qué hablar del Arqueológico -entre otras zonas-. Eso sí, cuando nos hacemos eco de algún movimiento cultural nuevo nos alegramos inmensamente. Sin ir más lejos nos han resultado interesante la jornadas culturales realizadas por la facultad de bellas artes de Sevilla, donde la profesión del conservador-restaurador ha tomado mucho más protagonismo.
Javi.